maravillosa experiencia a pasos del casco antiguo de albi

El lugar es encantador, decorado con muchísimo gusto y está a menos de 5 minutos a pie del centro histórico, ideal para pasear y descubrir la catedral de Sainte-Cécile y el hermoso Parc Rochegude, donde puedes disfrutar de unas vistas espectaculares, así que definitivamente es una inversión que vale cada euro. aunque el edificio es antiguo y eso implica algunas particularidades, como madera que cruje y la falta de ascensor, no dejó de ser una experiencia memorable para nosotros, como pareja que planea volver sin duda.

El lugar es acogedor y Mario es un anfitrión increíble. Nos disfrutamos de un delicioso desayuno en la terraza, con vistas impresionantes de Albi. Además, la ubicación es perfecta para explorar la ciudad a pie. Nos sentamos como en casa.

Mi mujer dice que el acceso al aparcamiento podría ser más fácil.

La ubicación es excelente, a solo minutos del centro con vistas espectaculares. Sin embargo, el acceso al aparcamiento puede ser complicado.

El desayuno era un auténtico festín con mermeladas caseras.

Desayuno delicioso y vistas geniales.

Estuve en una habitación con una ubicacion del inodoro que dejaba mucho que desear, además ¡no hay ascensor! Me siento casi ofendido. Esperaba un detalle de cortesía por los inconvenientes, pero nada. El desayuno estaba bien, pero eso no compensa. Casi escribo una buena crítica, pero no pude.

Durante nuestra estancia, disfrutamos de una terraza comunitaria con vistas espectaculares y desayunos deliciosos con productos artesanales. Sin embargo, el inodoro estaba en una ubicación un tanto incómoda, separado de la ducha. A pesar de esto, el ambiente acogedor y la atención de Mario hicieron que nuestra visita fuera memorable.

El lugar es encantador, decorado con gusto y con una ubicación ideal. Mario es un anfitrión fenomenal, nos dio excelentes recomendaciones y el desayuno fue un placer para los sentidos. ¡Repetiría sin dudarlo!

El aparcamiento estaba más lejos que mi paciencia el primer día. ¡necesité un mapa!

Ubicación increíble, a dos pasos del centro histórico. La habitación amplia, hermosa decoración y vistas espectaculares. Mario, un genio, siempre atento y con recomendaciones de primera. El desayuno un manjar, ¡no te lo podés perder! Una experiencia que vale la pena.

Las vistas desde la terraza son espectaculares y el ambiente es perfecto para relajarse después de un día explorando.

me sentí realmente bien recibido, no tengo ninguna pega

Este lugar me queda perfecto. Tengo todo lo que necesito, wi-fi, área de comedor exterior y cocina compartida. Recuerdo que el personal me ayudó con las maletas en mi primera estancia, lo cual fue genial. ¡Regresa por un viaje de negocios!

La estancia en Villa Caroline, Chambres D'Hotes fue increíble. La habitación era espaciosa y estaba decorada con mucho gusto. La atención al detalle en la cama y el baño fue excepcional. Además, el desayuno en la terraza, con vistas impresionantes del casco antiguo y del famoso catedral de Albi, fue una manera maravillosa de comenzar el día. Mario, el anfitrión, fue extremadamente acogedor y ofrece muy buenos consejos sobre lugares para visitar.

El acceso al aparcamiento podría mejorarse un poco.

El propietario fue realmente servicial y nos ofreció excelentes consejos sobre lugares para visitar. El desayuno fue delicioso con vistas maravillosas, y el espacio exterior es ideal para relajarse (¡me encanta la terraza! ).

Tal vez el acceso a estacionamiento podría mejorarse un poco, ya que se encuentra algo alejado.

Recomendado para parejas que buscan relax

Nos alojamos en una casa antigua totalmente reformada, la habitación era amplia, limpia y tenía un ventanal con vistas espectaculares al casco antiguo. El desayuno era un auténtico festín, con mermeladas caseras y miel producida por la familia, ideal para comenzar el día con buen sabor.

No fue barato, pero vale cada euro.

Nuestra estancia en Villa Caroline fue fantástica. Mario fue un anfitrión excepcional. Los desayunos eran deliciosos, especialmente las mermeladas caseras y el café fresco, disfrutados en la terraza con vistas a la catedral de Sainte-Cécile, lo que hacía cada mañana especial. La habitación era espaciosa y bien decorada, lo que contribuyó a un ambiente acogedor. Además, la ubicación es ideal para explorar el centro histórico a pie, ya que todo está a un paso. A solo cinco minutos del puente viejo, disfrutamos paseando por las calles de Albi.

El acceso al aparcamiento fue un poco complicado y está un poco alejado del alojamiento. La falta de ascensor puede ser un inconveniente para algunos.